Los de Roy Hodgson volvieron a mostrar la fragilidad defensiva que ya les costó al menos un punto en el partido ante Italia que perdieron por idéntico resultado. Arriba, los británicos demostraron ser una de las selecciones con más velocidad.
Ambas selecciones se jugaban la vida, tras haber perdido sus respectivos partidos inaugurales de la competición. Uruguay fue un equipo totalmente diferente al que perdiera el sábado pasado ante Costa Rica, principalmente por la simple presencia de Luis Suárez. La estrella uruguaya del Liverpool, que se perdió el primer partido por lesión, provocó peligro cada vez que tocaba el balón, e incluso a punto estuvo de marcar un gol olímpico pillando a Joe Hart por sorpresa.
El primer gol llegó en el minuto 39 gracias a un precioso cabezazo del propio Suárez que mandaba a la red un centro medido de Cavani. Justo 10 minutos antes, el partido debió haber tomado un giro radical, cuando el defensor celeste Godín debió haber sido expulsado por doble amarilla. El español Velasco Carballo le perdonó la segunda y quién sabe si esa acción podría haber cambiado el rumbo del partido.
A pesar de encontrarse una vez más por detrás en el marcador, los de Roy Hodgson no se rindieron y siguieron fieles a su juego vertical. Rooney y Sturridge tuvieron varias oportunidades claras para igualar el marcador, pero se toparon con un inspirado Muslera, pero Uruguay mostraba mucho peligro a la contra gracias a la rapidez de sus hombres de arriba. En esas se llegó a la parte final del encuentro. A falta de un cuarto de hora para el 90, Wayne Rooney marcaba a puerta vacía su primer gol en un Mundial, a pase de Glen Johnson tras una gran jugada de banda entre el lateral y su compañero del Liverpool Daniel Sturridge.
Después del gol llegaron los mejores momentos de Inglaterra y cuando parecía que el gol de los isleños estaba al llegar, volvió a aparecer Suárez. El 9 uruguayo aprovechó un saco en largo de su portero para ganarle la espalda a Jaglieka y batir en el mano a mano a Joe Hart. Con seis minutos para el final, Inglaterra fue incapaz de reaccionar. Una jugada en largo, a la espalda de la defensa, la jugada que ha caracterizado el fútbol inglés en el pasado deja a Inglaterra al borde de la eliminación.
En manos de Italia
Ahora mismo Inglaterra ocupa el último lugar del Grupo D y sus opciones de pasar a octavos son mínimas. Los de Hodgson necesitan que esta tarde Italia derrote a Costa Rica, marcando el mayor número de goles posible. Si esto ocurre, Gerrard y compañía llegarían a la última jornada con la necesidad de batir a los Ticos y confiar en que Italia haga lo propio con Uruguay. Si esto se da, Inglaterra empataría a puntos con charrúas y costarricenses, siendo el que mejor diferencia de goles global tenga el que pasará a octavos como segundo de grupo.
El que finalmente pase como segundo en el grupo, se verá las caras con Colombia que sigue mostrándose como un equipo sólido al ganar a Costa de Marfil por 2-1. En el otro partido del Grupo C, Japón fue incapaz de superar a Grecia que contaba con un jugador menos desde el minuto 38 de la primera parte por la expulsión de Katsuranis. Los asiáticos son una de las decepciones de la competición, y deberán superar a Colombia y esperar que Grecia haga lo mismo con Costa de Marfil para pasar a octavos.
